Un nuevo comienzo

Al final, todo comienza. No sé si realmente algo se acaba.
La vida continúa de formas inesperadas si uno decide salir del
cascarón en el que se encuentra encerrado.
No se termina solo un año el 31 de diciembre. Se terminan muchos años.
Se cumplen años todos los días de algún suceso.
Y este año, que se esta terminando se esta convirtiendo en un "final" con
nuevos comienzos.
Durante este tiempo se me presentaron dos caminos y se me dio la opción de
elegir uno.
A la derecha, tenía el camino de seguir como estaba, deprimida, dolida, sin poder llorar
la pérdida que había sufrido, sin poder salir del pozo en donde me encontraba hundida,
sin darme cuenta de quienes me acompañaban y quienes lo hacían para bien y para mal.
A la izquierda, tenía el camino de la salida, una salida que aunque no cambiara mucho el
hecho de como yo me encontrara, me daba la oportunidad de disfrutar cada día de mi vida
agradeciendo simplemente el hecho de estar viva, de haber conocido personas maravillosas y de
disfrutar su compañía.
Tenía que elegir el hastío de seguir y las ganas de continuar. Pero yo no sabía que estaban esas opciones en cada camino.
Así que tomé la decisión, y por un tiempo continúe por el camino de la derecha, pero, en un momento un cartel de neón me anunciaba que tenía una última oportunidad para salir y tomar el camino de la izquierda. Igualmente, el tiempo ya había pasado y no se puede volver atrás. Pero la oportunidad estaba. Entonces, quise conocer nuevos paisajes y decidí tomar esos nuevos aires.
Tal vez a simple vista, no parecía haber algún nuevo cambio en mi. Pero comencé a ver que el sol seguía alumbrando, que podía tener todavía a mi lado a aquellas personas que quería tener, comencé a darme cuenta quienes eran los que preferían que yo estuviera mal, comencé a descubrir que había muchos mundos más allá donde podía volver a disfrutar. Y comencé a llorar. Por fin pude derramar esas lágrimas necesarias que demostraban realmente lo que sentía, por fin pude sacarme esa angustia del pecho porque no podía demostrar nada.
Y extrañar, aunque se volvió más difícil todavía, se convirtió en algo capaz de acompañarme en la vida y que me ayuda a seguir.
Los años comienzan y terminan todos los días. Y cada día es el último.
No se puede disfrutar una vida cuando se supone que vamos a hacer lo mismo que el día anterior, sin un ligero cambio en la rutina.
Nada puede volver a ser como era antes. No se puede estar estático en un mundo en constante movimiento. No se puede encerrarse entre cuatro paredes mientras todo sigue fluctuando a raíz de que muchas vidas, siguen caminando. No se puede cerrar los ojos ante una realidad impresionante, cargada de tantas cosas que es imposible describirla. No se puede frenarse ante las palabras de aquellos que solo quieren verte en ruinas. Y si te dicen: "No lo vas a poder hacer" seamos mejores personas y aunque sea intentemos hacerlo. Porque las palabras buscan ese efecto. Que nos quedemos dormidos mirando el sol en silencio.
Si alguien te dice que no lo vas a poder hacer, solo hay que intentarlo. Porque esa persona lo que realmente está diciendo, es que no quiere que lo hagas porque él/ella ni siquiera intenta seguir viviendo.

Se acaba entonces, el 2010. Una década en un milenio lleno de palabras.

Comienza el 2011. ¿Vamos a quedarnos esperando que la vida venga hacia nosotros o vamos a salir a buscarla?

Feliz Año Nuevo!

Lore!

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