OktoberFest 3
Consecuencias de pasar unos...ya...cinco días escuchando el barrilito de cerveza:
1) En vez de ir por la calle tarareando esa canción que te gusta, ese clásico de la década, esa canción de moda, vas tarareando, invariablemente, el barrilito de cerveza.
2) Sentís olor a cerveza en todos lados, en el shampoo, en la comida, hasta el cigarrillo tiene olor y gusto a cerveza!
3) Querés tener como mascota un barrilito de cerveza, para decirle: petisito y barrigón de los pies a la cabeza. Pero como no lo tenés, a tu perro y/o gato lo ves como un barrilito y se lo haces bailar.
4) Lo escuchás en todos lados, aunque no lo esten pasando
5) Comenzás a odiar a Anteojito porque lo canta, justo en la semana de la fiesta de la cerveza, todos los días. (Acá dan las aventuras de hijitus y aparece este tonto cantando el barrilito, una y otra vez)
6) Cualquier otro tema alemán que pongan, inmediatamente después, pensas que es nuevo. Un hit. Algo original.
7) Todas, absolutamente todas las palabras que alguien te dirija, las vas a escuchar al ritmo del barrilito de cerveza. Y solamente, vas a escuchar la palabra cerveza.
8) Las sierras tienen forma de barril derramando cerveza, si hay neblina. Si no, simplemente de barril.
9) Te sentis Homero Simpson en el bar de Moe. Solo por pensar en la cerveza.
10) Deseas, desesperadamente, subirte a alguna máquina del tiempo y asesinar a quien compuso el barrilito de cerveza.
Comentarios
Publicar un comentario